Sartenes de hierro fundido: cómo curarlas, mantenerlas y amarlas de por vida

Las sartenes de hierro fundido tienen fama de duraderas, resistentes y hasta indestructibles. Y es cierto… pero solo si las tratas como se merecen. Si acabas de comprar una o quieres revivir una que tienes guardada, esta guía es para ti.

🔥 ¿Qué significa “curar” una sartén de hierro?

Curar una sartén no es magia, pero casi. Es un proceso donde sellas la superficie con una capa de aceite para protegerla y evitar que se oxide.
Además, mejora su antiadherencia natural (sí, sin teflón).

🛠 Paso a paso para curar tu sartén

1. Lava bien tu sartén
   Usa agua caliente y un poco de detergente. Esta será la única vez que uses jabón.
2. Sécala completamente
   Nada de dejarla escurrir. Pásale un paño y luego ponla unos minutos al fuego para asegurarte que quede seca-seca.
3. Úntala con aceite
   Usa un aceite vegetal o de alto punto de humo (como de canola). Cubre toda la superficie, por dentro y por fuera.
   Luego retira el exceso: la sartén debe verse apenas brillante, no chorreando.
4. Al horno
   Ponla al revés en el horno (sobre una bandeja o papel aluminio) a 180–200 °C por una hora. Déjala enfriar dentro del horno.

✅ ¡Listo! Tu sartén ya está curada y lista para usarse.

♻️ ¿Cada cuánto hay que curarla?

No necesitas repetir todo el proceso seguido. Con un uso constante y un buen mantenimiento, la sartén se vuelve cada vez más antiadherente.
Puedes repetir el curado completo si notas que se pega la comida o si la sartén se oxidó.

🧼 Mantenimiento diario: lo que SÍ y lo que NO debes hacer

✅ Lo que sí:

• Límpiala con agua caliente y esponja suave apenas termines de cocinar
• Sécala al fuego inmediatamente
• Úntala con un poco de aceite antes de guardar

❌ Lo que no:

• Nada de lavavajillas
• Nada de remojarla por horas
• Nada de jabones fuertes

🟤 ¿Se oxidó? No te preocupes

Si aparece óxido, no es el fin del mundo. Solo lija o raspa suavemente la zona, lava, seca y repite el proceso de curado.
Estas sartenes están hechas para durar décadas. Solo necesitan un poco de cariño.

❤️ ¿Por qué vale la pena?Las sartenes de hierro no solo son resistentes: también distribuyen mejor el calor, no liberan químicos y realzan el sabor de tus preparaciones.
Cuidarlas es parte del ritual. Y si las tratas bien, se convierten en herencia.

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